Técnicas para Aliviar el Dolor Durante el Sexo - Cuando el Dolor Te Roba el Placer

Técnicas para Aliviar el Dolor Durante el Sexo – Cuando el Dolor Te Roba el Placer

Técnicas para aliviar el dolor durante el sexo

La fibromialgia trae consigo desafíos físicos y emocionales, especialmente cuando se trata de mantener una vida íntima satisfactoria. A menudo, el dolor, la rigidez o la fatiga pueden hacer que la intimidad física sea incómoda o incluso dolorosa.

Sin embargo, con pequeños ajustes, comunicación abierta y algunas técnicas sencillas, es posible reducir el dolor y disfrutar de esos momentos de conexión con tu pareja.


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Es importante recordar que cada persona es diferente, y lo que funciona para unos puede no funcionar para otros. Lo más valioso es escuchar a tu cuerpo y encontrar lo que te haga sentir bien sin presiones.

1. Hablar abiertamente con tu pareja

El primer y más importante consejo es comunicarte con tu pareja.

A menudo, el miedo a “arruinar el momento” puede hacer que evitemos hablar sobre el dolor o la incomodidad, pero lo cierto es que, sin esta comunicación, la experiencia puede ser aún más difícil.

Ser honesto sobre cómo te sientes permitirá que ambos trabajen juntos para hacer que la intimidad sea más cómoda y placentera.

  • Intenta tener una conversación tranquila fuera del dormitorio, donde ambos se sientan relajados.
  • Puedes decir algo como: “He estado sintiendo dolor últimamente, y quiero que hablemos sobre cómo podemos hacer que la intimidad sea más cómoda para ambos. Me encantaría explorar juntos lo que nos hace sentir bien”.
  • Esta conversación puede abrir la puerta a un mayor entendimiento y apoyo mutuo.

2. Experimentar con posiciones cómodas

El dolor de la fibromialgia a menudo se concentra en zonas específicas del cuerpo, como la espalda, las articulaciones o los músculos. Por eso, algunas posiciones pueden ser más cómodas que otras.


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La clave es experimentar con diferentes posturas que no presionen las áreas doloridas, y que permitan que el cuerpo se mantenga relajado.

  • Posiciones sugeridas:
    • De lado (posición de cuchara): Esta posición es suave y permite que ambos se apoyen en la cama, lo que reduce la presión sobre las articulaciones. Es perfecta si necesitas descansar entre movimientos, y también favorece la cercanía emocional.
    • Tumbado boca arriba con cojines: Si tiendes a sentir dolor en la espalda baja, puedes colocar almohadas o cojines debajo de tus rodillas o caderas para reducir la tensión. Esto también da apoyo a la zona lumbar y te permite estar más cómodo durante el acto.
    • Sentados uno frente al otro: Sentarse uno frente al otro, mientras se abrazan o se mantienen cerca, permite una conexión íntima sin demasiada presión en las articulaciones. Esta posición puede ser ideal para mantener el contacto visual y emocional.

No tengas miedo de ajustar o pausar si sientes dolor. La intimidad no tiene que ser apresurada. Puedes decirle a tu pareja suavemente: “¿Te parece si probamos algo diferente? Esto me está molestando un poco”. Cambiar de posición puede hacer una gran diferencia.

3. Usar almohadas y soportes

Las almohadas pueden ser tus mejores aliadas durante la intimidad. Pueden ayudar a reducir la presión en áreas doloridas y proporcionar apoyo adicional donde lo necesites. No tengas miedo de experimentar colocando almohadas bajo tus caderas, espalda o rodillas para estar más cómodo.

4. Crear un ambiente relajante

El estrés y la ansiedad pueden aumentar la percepción del dolor. Crear un ambiente relajante puede ayudarte a sentirte más calmado, lo que es clave para reducir la tensión muscular y disfrutar del momento.

  • Antes de la intimidad, considera realizar un baño caliente juntos o por separado. El calor relaja los músculos y puede ayudar a reducir el dolor.
  • También puedes usar aceites esenciales o velas aromáticas para crear un ambiente tranquilo.
  • Escuchar música suave y practicar una respiración profunda también puede ayudarte a liberar la tensión.

Recuerda que el contacto previo a la relación sexual no tiene que ser apresurado. Disfrutar de caricias suaves, masajes con aceites y simplemente estar cerca de tu pareja puede crear una atmósfera de confianza y relajación que disminuya el dolor.

5. Masajes suaves previos

Un masaje suave antes de la intimidad puede ser una excelente manera de reducir el dolor muscular y relajar el cuerpo.

Los masajes de bajo impacto, utilizando aceites esenciales o cremas calmantes, pueden ayudar a aliviar la tensión en las áreas más afectadas por la fibromialgia, como el cuello, la espalda y los hombros.

  • Puedes pedirle a tu pareja un masaje ligero en las áreas donde sientes más rigidez o dolor, o puedes aplicar una crema relajante tú mismo antes de comenzar.
  • No tiene que ser un masaje largo o profundo; con movimientos suaves y circulares puede ser suficiente para aliviar la tensión.

6. Practicar respiración consciente (mindfulness)

La respiración profunda y consciente es una técnica que puede ayudarte a manejar el dolor durante la intimidad. A través del mindfulness, aprendes a estar presente en el momento, concentrándote en las sensaciones agradables y relajando las áreas tensas.

  • Durante la intimidad, si comienzas a sentirte tenso o preocupado por el dolor, respira profundamente, en cuatro tiempos (inhala durante cuatro segundos, exhala durante cuatro segundos).
  • Esto no solo te ayudará a relajarte, sino que también puede calmar la mente, haciendo que disfrutes más del momento sin enfocarte en el malestar.

7. Tener días de descanso y escuchar a tu cuerpo

Es muy importante ser amable contigo mismo y escuchar a tu cuerpo. No todos los días vas a sentirte con la energía o las ganas de involucrarte en la intimidad física, y eso está bien.

Aprender a reconocer tus límites y comunicarlo con tu pareja te ayudará a evitar situaciones que puedan aumentar el dolor o la incomodidad.

  • Puedes decir algo como: “Hoy me siento un poco cansado/a, pero me encantaría estar cerca de ti de otra forma”. Esto puede significar abrazarse, ver una película juntos o simplemente compartir un momento sin que haya expectativas físicas.
  • Tu pareja apreciará tu honestidad, y el cuidado mutuo fortalecerá la relación.

8. Usar lubricantes para reducir el dolor por la fricción

En ocasiones, el dolor físico durante la intimidad puede estar relacionado con la fricción. Usar lubricantes a base de agua puede ser una solución simple pero efectiva para reducir la incomodidad.

El uso de lubricantes puede hacer que la experiencia sea mucho más suave y agradable, especialmente si sientes sequedad o sensibilidad.

  • Habla abiertamente con tu pareja sobre el uso de lubricantes, y pruébenlos juntos para encontrar uno que les guste a ambos.
  • No hay nada de malo en necesitar un poco de ayuda extra, y puede hacer una gran diferencia en cómo te sientes durante el contacto físico.

Vivir con fibromialgia no significa que debas renunciar a la intimidad física o emocional. Con pequeños ajustes, una buena comunicación y mucha paciencia, puedes encontrar maneras de disfrutar de esos momentos con tu pareja de forma segura y placentera.

Si te das permiso para explorar, experimentar y comunicarte, puedes seguir disfrutando de esos momentos tan importantes con la persona que amas, siempre respetando tus límites y cuidando de ti mismo.



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