Cambios en el deseo sexual fibromialgia

Cambios en el Deseo Sexual – Cuando el Dolor Te Roba el Placer

Cambios en el deseo sexual

Vivir con fibromialgia es, en muchos sentidos, una experiencia de altibajos. El dolor constante y la fatiga afectan la vida cotidiana, y no es sorprendente que también influyan en el deseo sexual.

Es posible que en algunos momentos sientas que tu libido ha disminuido drásticamente o que incluso ha desaparecido por completo. A veces, aunque sientas deseo, el dolor o el cansancio extremo pueden hacer que sea difícil actuar sobre ese deseo.


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Esta situación puede ser frustrante, pero lo primero que debes saber es que no estás sola. Muchas personas con fibromialgia enfrentan esta misma lucha.

1. El impacto del dolor crónico en el deseo sexual

Si el cuerpo está constantemente lidiando con dolor, es natural que la energía que normalmente estaría disponible para el placer se dirija a sobrevivir o a intentar minimizar el malestar.

A menudo, el dolor muscular, los espasmos o la hipersensibilidad al tacto pueden hacer que el contacto físico sea incómodo o incluso doloroso, lo que naturalmente afecta el deseo sexual.

  • Es importante aceptar que algunos días no tendrás ganas de tener relaciones sexuales, y eso está completamente bien. No te fuerces. Escuchar a tu cuerpo y reconocer sus límites es una forma de autocuidado.
  • Comunica tus sentimientos a tu pareja de manera tranquila, algo como: “Hoy estoy lidiando con mucho dolor, y no me siento con ganas de tener intimidad física. Pero podemos buscar otras maneras de estar cerca”.
  • El simple hecho de compartir esta información puede aliviar la presión y ayudar a tu pareja a entender que el dolor es el responsable, no la falta de atracción.

2. Fatiga extrema y falta de energía

La fatiga crónica que acompaña a la fibromialgia puede ser devastadora para el deseo sexual. No es solo el cansancio habitual después de un largo día, sino un agotamiento profundo que afecta cada aspecto de tu vida.


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Esta fatiga puede hacer que el simple hecho de pensar en la intimidad física parezca agotador. A veces, aunque el deseo esté presente en tu mente, tu cuerpo simplemente no tiene la energía para actuar en consecuencia.

  • Es importante tener días de descanso. La intimidad no siempre tiene que ser física, y tu pareja puede estar cerca de ti de muchas maneras.
  • En esos momentos en que la fatiga es abrumadora, quizás prefieras un abrazo, una caricia o simplemente pasar tiempo juntos viendo una película o conversando.
  • Recuerda que la intimidad emocional es igual de importante y puede fortalecer el vínculo sin agotar tu energía física.
  • También es útil prestar atención a los momentos en que te sientes un poco más descansada. Si por la mañana sueles sentir menos fatiga que por la noche, puedes planear momentos de intimidad cuando tengas más energía.
  • Adaptar la rutina a tu nivel de energía puede ayudarte a disfrutar más de la intimidad en los momentos adecuados.

3. Los efectos de la medicación en el deseo sexual

Muchos de los medicamentos utilizados para tratar la fibromialgia, como los antidepresivos, los analgésicos y los relajantes musculares, pueden tener efectos secundarios que impactan directamente el deseo sexual.

Algunos medicamentos pueden reducir la libido o dificultar la respuesta sexual, lo que puede ser frustrante tanto para ti como para tu pareja.

  • Si notas que la medicación está afectando tu deseo sexual o tu capacidad para disfrutar de la intimidad, habla con tu médico. Es posible que puedan ajustar la dosis o cambiar el tipo de medicamento.
  • Nunca dejes de tomar medicamentos por tu cuenta, pero sí es importante que compartas con tu médico los efectos secundarios que estás experimentando.
  • También, en algunos casos, puede ser útil incorporar terapias alternativas o complementarias, como el mindfulness o la terapia cognitivo-conductual (TCC), para ayudar a gestionar los efectos psicológicos de la enfermedad sin depender únicamente de los fármacos.

4. Ansiedad y presión emocional

A menudo, la fibromialgia no solo afecta al cuerpo, sino también a la salud mental. La ansiedad, la depresión y el estrés son comunes en personas con fibromialgia y pueden impactar negativamente el deseo sexual.

Además, la presión por “cumplir” con las expectativas de una relación íntima puede generar ansiedad, lo que disminuye aún más la libido. Preocuparse por si serás capaz de disfrutar del momento o por cómo te percibe tu pareja puede añadir un peso emocional que ahoga el deseo.


  • Aquí es donde la comunicación abierta se vuelve clave. Asegúrate de hablar con tu pareja sobre cómo te sientes. Puedes decir algo como: “Me siento ansioso/a por el dolor y eso me afecta emocionalmente, pero quiero que sigamos conectados”.
  • La intimidad emocional y física no tiene que seguir un ritmo específico ni cumplir con expectativas externas. Liberarse de esas expectativas puede reducir la presión y permitir que el deseo surja de manera más natural.
  • Practicar técnicas de relajación antes de la intimidad, como la respiración profunda o la meditación, puede ayudarte a reducir la ansiedad y sentirte más presente en el momento.
  • Si la ansiedad persiste, buscar la ayuda de un terapeuta especializado en dolor crónico puede ser una opción útil para trabajar sobre estos sentimientos.

5. Cambios en el cuerpo y la autoestima

Con fibromialgia, es posible que tu cuerpo se sienta diferente a como era antes de la enfermedad. El dolor crónico y la fatiga pueden hacer que te sientas menos atractiva o que te cueste reconocer tu cuerpo tal como es ahora.

Estos cambios en la autoimagen y la autoestima pueden afectar directamente el deseo sexual, ya que es común sentir inseguridad sobre cómo te percibes o cómo te ve tu pareja.

  • Es importante recordar que tu valor no está definido por cómo te ves o por lo que tu cuerpo puede o no puede hacer en un momento dado.
  • Aceptar tu cuerpo tal como es, con sus limitaciones, es un proceso, pero es fundamental para recuperar la confianza en ti mismo/a y en tu relación.
  • Tu pareja no está contigo solo por tu aspecto físico, sino por la conexión emocional y el amor que comparten.
  • Intenta tener conversaciones abiertas con tu pareja sobre cómo te sientes. A veces, simplemente escuchar a tu pareja decir que te encuentran atractiva y deseable tal como eres puede ser muy reconfortante y ayudar a reconstruir tu autoestima.


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