Puedes estarte preguntando «¿Hombres con fibromialgia?«
Y es que cuando pensamos en fibromialgia, la imagen que suele venir a la mente es la de una mujer, probablemente entre los 40 y 60 años. Y aunque es cierto que la fibromialgia afecta predominantemente a mujeres, los hombres también viven con esta enfermedad.
Para muchos hombres, el diagnóstico de fibromialgia puede ser aún más difícil de aceptar y enfrentar debido a las expectativas sociales que giran en torno a la masculinidad, el dolor y la fortaleza.
La invisibilidad de los hombres con fibromialgia
Uno de los mayores retos que enfrentan los hombres con fibromialgia es la falta de visibilidad y reconocimiento. Al ser una condición que afecta principalmente a las mujeres, muchas veces se asume erróneamente que los hombres no la padecen.
Como resultado, pueden tardar más en recibir un diagnóstico, ya que los médicos y ellos mismos no consideran la fibromialgia como una posibilidad real.
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Esto se agrava con los estereotipos de género.
En muchas sociedades, a los hombres se les enseña desde pequeños que deben ser fuertes, que no deben quejarse o mostrar signos de debilidad, haciendo que muchos hombres minimicen sus síntomas, retrasen la búsqueda de ayuda o incluso sientan vergüenza al admitir que están experimentando dolor crónico.
El dolor crónico y su impacto en la vida diaria
Como cualquier persona con fibromialgia, los hombres experimentan dolor generalizado, fatiga extrema, y a menudo, la llamada «niebla mental».
Sin embargo, en muchos casos, enfrentan estos síntomas en silencio. Porque admitir que sufren de dolor constante puede ser visto como una señal de debilidad, algo que va en contra de las expectativas tradicionales de lo que significa «ser hombre».
Este dolor afecta todos los aspectos de su vida diaria: desde el trabajo hasta las relaciones personales. Muchos hombres con fibromialgia ven cómo sus carreras se ven impactadas por su incapacidad para mantenerse activos o concentrados durante largos períodos de tiempo.
Si trabajan en sectores que requieren esfuerzo físico, la fibromialgia puede hacer imposible cumplir con esas tareas. Y, aun así, muchos continúan esforzándose más allá de sus límites, sintiendo que deben demostrar que pueden seguir adelante, incluso cuando sus cuerpos están pidiendo descanso.
Impacto emocional y psicológico
La fibromialgia no solo afecta al cuerpo, también tiene un gran impacto emocional. Para los hombres, lidiar con los aspectos psicológicos de la enfermedad puede ser complicado, ya que a menudo se les desalienta a hablar sobre sus emociones o a buscar apoyo emocional.
La ansiedad, la depresión y la frustración son comunes en quienes padecen fibromialgia, y muchos hombres enfrentan estos desafíos en aislamiento.
Además, el sentimiento de pérdida de control sobre el propio cuerpo puede ser devastador. El dolor constante y la fatiga les impide hacer cosas que antes disfrutaban, lo que puede afectar su autoestima.
Actividades que antes eran parte de su identidad, como hacer deporte, trabajar largas horas o ser físicamente activos, ahora parecen imposibles. Esta desconexión con lo que alguna vez definía su vida y su sentido de masculinidad puede ser difícil de aceptar.
Las relaciones también sufren
Las relaciones personales de los hombres con fibromialgia también pueden verse afectadas.
En sus roles como padres, parejas o proveedores, pueden sentir una inmensa presión por no «decepcionar» a sus seres queridos.
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Explicar el dolor crónico o la fatiga constante a sus familias puede ser complicado, especialmente si los demás no comprenden lo que están viviendo. Como resultado, algunos hombres se retraen emocionalmente o intentan sobrellevar la enfermedad sin involucrar a quienes los rodean.
Además, la fatiga y el dolor pueden afectar la vida sexual y la intimidad en las relaciones de pareja. Los hombres pueden sentir que han perdido parte de su virilidad o pueden sentirse incómodos al hablar sobre cómo la fibromialgia ha cambiado su relación con su propio cuerpo y con su pareja.
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Rompiendo el silencio: El primer paso hacia la aceptación
A pesar de los desafíos, es fundamental que los hombres con fibromialgia hablen abiertamente sobre su experiencia. Romper el silencio es el primer paso para reducir el estigma y permitir que otros comprendan lo que realmente significa vivir con esta enfermedad.
Aquí hay algunas maneras en que los hombres con fibromialgia pueden comenzar a tomar el control de su experiencia y a encontrar apoyo:
- Buscar un diagnóstico temprano: Es importante no ignorar los síntomas y buscar ayuda médica desde el principio. Si sospechas que puedes tener fibromialgia, insiste en obtener una evaluación adecuada. El diagnóstico puede tardar, pero cuanto antes se realice, antes podrás acceder a un tratamiento que te ayude a mejorar tu calidad de vida.
- Hablar abiertamente: Compartir tu experiencia con amigos, familiares o compañeros de trabajo puede ser liberador. No tienes que cargar con la enfermedad en silencio. Explicar lo que estás viviendo puede ayudar a quienes te rodean a comprender mejor tus limitaciones y a brindarte el apoyo que necesitas.
- Unirse a grupos de apoyo: Hay comunidades, tanto presenciales como en línea, donde hombres con fibromialgia comparten sus experiencias y se brindan apoyo mutuamente. Estos grupos permiten sentirte menos aislado y ver que no estás solo en tu lucha.
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- Desafiar los estereotipos de género: Es importante recordar que vivir con una enfermedad no te hace menos hombre. No necesitas demostrar fuerza a través de la negación del dolor o el sufrimiento en silencio. Ser valiente también significa pedir ayuda cuando la necesitas y cuidar de tu salud.
Caminando hacia el futuro
La fibromialgia es una enfermedad que afecta a hombres y mujeres por igual, aunque en distintos porcentajes. Sin embargo, las expectativas sociales y los estereotipos de género hacen que la experiencia de los hombres con esta enfermedad sea distinta.
Romper el silencio y hablar abiertamente sobre la fibromialgia es crucial para que los hombres se sientan más comprendidos y menos aislados en su lucha diaria.
A los hombres que viven con fibromialgia: no están solos.
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Aunque las cosas hayan cambiado y puede que nunca vuelvan a ser las mismas, eso no significa que no puedas encontrar maneras de sobrellevar esta enfermedad y vivir una vida plena.
Al final del día, la verdadera fortaleza reside en la capacidad de adaptarse y encontrar nuevas formas de seguir adelante, incluso cuando el camino parece difícil.
Ahora te pregunto a ti… ¿Sabías que la fibromialgia tambien afectaba a los hombres?
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