reinventarme

La fibromialgia me obligó a reinventarme

Hace algunos años, recibí un diagnóstico que cambiaría mi vida para siempre: fibromialgia.

Como médico, conocía la enfermedad, pero nunca imaginé que sería algo que tendría que enfrentar personalmente. Este diagnóstico no solo afectó mi salud física, sino también mi vida profesional y personal de maneras profundas.

Sin embargo, en lugar de rendirme, decidí que debía reinventarme. Esta es mi historia de cómo la fibromialgia me obligó a encontrar nuevas formas de vivir, trabajar y, sobre todo, de cuidarme.

Te puede interesar: ¿Cómo continuar viviendo luego del diagnóstico de fibromialgia?

El impacto inicial

Recibir el diagnóstico de fibromialgia fue un golpe duro, uno que resonó profundamente en cada aspecto de mi vida. Los síntomas habían estado presentes durante algún tiempo: el dolor constante, la fatiga extrema, los problemas de sueño.

Como médica, conocía bien estos signos, pero una cosa es saber de ellos y otra muy distinta vivirlos en carne propia. La noticia trajo consigo una avalancha de emociones que no estaba preparada para enfrentar.



Avalancha emocional

Al principio, la incredulidad me dominó. ¿Cómo podía ser que esta enfermedad, que había estudiado y tratado en mis pacientes, ahora formara parte de mi realidad diaria? Era difícil de aceptar. Esta incredulidad se transformó rápidamente en frustración.

La fibromialgia no tiene una cura definitiva y manejarla implica una constante adaptación y aceptación de los síntomas. Me preguntaba constantemente cómo podría seguir adelante con mi carrera médica, con mis días llenos de consultas y atenciones, cuando cada día se sentía como una lucha cuesta arriba.

El miedo también se instaló en mi mente. Miedo al futuro, a lo desconocido. La fibromialgia es impredecible, y la idea de no saber cómo me sentiría de un día para otro era aterradora. Cada mañana me despertaba sin saber si el dolor y la fatiga serían soportables o si me obligarían a cancelar mis planes y responsabilidades.

La tristeza fue una compañera constante en esos primeros días. Me encontraba en un estado de duelo, lamentando la pérdida de la vida que había conocido antes del diagnóstico. Los simples placeres y las rutinas cotidianas ya no eran tan sencillos.

Había una sensación abrumadora de pérdida, como si una parte de mi identidad se hubiera desvanecido.

Te puede interesar: Emociones y Fibromialgia

Los síntomas de la fibromialgia

Físicamente, la fibromialgia se manifestó con una crudeza inesperada. El dolor era constante y difuso, recorriendo músculos y articulaciones sin tregua. Cada movimiento, cada tarea cotidiana, se convirtió en un desafío.

La fatiga no era simplemente cansancio; era una sensación de agotamiento profundo que no mejoraba con el descanso. Dormir no proporcionaba alivio. A menudo, me despertaba tan cansada como cuando me acosté, y la rigidez matutina hacía que los primeros momentos del día fueran especialmente duros.


Hackeando tu fibromialgia

Ebook – Diario de Síntomas


Impacto Laboral de la fibromialgia

Mi carrera médica, que había sido una fuente de satisfacción y orgullo, se vio gravemente afectada. La reducción en mi productividad fue inevitable. La fatiga y el dolor disminuyeron mi capacidad para trabajar con la misma eficiencia y eficacia de antes.

Las largas jornadas y las demandas físicas del trabajo se convirtieron en un obstáculo casi insuperable. Comencé a considerar ajustes significativos en mi práctica médica, como reducir el número de pacientes que atendía diariamente y adaptar mi horario para incluir períodos de descanso necesarios.

Te puede interesar: Trabajo y fibromialgia

La adaptación y el aprendizaje

Pero el impacto de la fibromialgia no se limitó a mi vida profesional. En el ámbito personal, explicar mi condición a familiares y amigos fue un desafío constante.

Tuve que aceptar que mi vida no sería la misma y que debía encontrar nuevas maneras de manejar mis responsabilidades.

Esto significó aprender a escuchar a mi cuerpo y a respetar sus límites.

Te puede interesar: Aprendiendo a escuchar mi cuerpo

Tuve que aprender a priorizar el autocuidado, dedicando tiempo a prácticas que mejoraran mi bienestar, adapté mis rutinas diarias para incluir períodos de descanso y prácticas de autocuidado, como la meditación y ejercicios suaves de estiramiento.

En busca de ayuda

En medio de este tumulto, busqué apoyo. Unirme a grupos de apoyo para personas con fibromialgia me proporcionó una red de personas que entendían exactamente por lo que estaba pasando. Compartir experiencias y consejos fue invaluable, una fuente de consuelo y fortaleza.


Únete a nuestro Grupo de Apoyo


Además, buscar la ayuda de un psicólogo especializado en dolor crónico me ayudó a manejar el impacto emocional del diagnóstico.

Te puede interesar: ¿Puede un grupo transformar tu experiencia con la fibromialgia?

Reinventarme: una nueva realidad

Dediqué tiempo a educarme sobre la fibromialgia, leyendo investigaciones y asistiendo a seminarios. Este conocimiento no solo me ayudó a manejar mejor mis síntomas, sino que también me permitió educar a otros.

Encontré un nuevo propósito en la divulgación de información y en el apoyo a otros pacientes que enfrentaban los mismos desafíos.

Así que comencé a explorar otras áreas dentro de la medicina que me permitieran seguir ayudando a los demás sin comprometer mi bienestar.

Fue entonces cuando decidí reinventarme y enfocarme en la divulgación de información sobre la fibromialgia.

Encontrando un propósito renovado

Pero no entendí que no sólo debia reinventarme a nivel profesional, sino también a nivel personal. La fibromialgia me enseñó la importancia de la empatía y la paciencia, tanto hacia mí misma como hacia los demás.

Aprendí a valorar y celebrar los pequeños logros y a ser más consciente de mis necesidades emocionales y físicas.

Esto me llevó a crear una comunidad de apoyo donde comparto consejos, información y, lo más importante, un espacio de comprensión y solidaridad.


Sígueme en Viviendo con fibromialgia


Así que te puedo decir que el impacto inicial del diagnóstico de fibromialgia fue devastador y afectó todos los aspectos de mi vida. Pero al enfrentar estos desafíos, encontré nuevas maneras de adaptarme y seguir adelante.

La aceptación de mi condición, la búsqueda de apoyo y la educación continua fueron claves para aprender a vivir con fibromialgia y encontrar un nuevo propósito y sentido en mi vida y mi carrera.

La fibromialgia me obligó a reinventarme, a redescubrir quién soy y lo que puedo ofrecer al mundo. Aunque el camino no ha sido fácil, cada desafío me ha hecho más fuerte y más consciente de mi propósito.

Hoy, a través de “Doc Adriana Angel“, espero seguir inspirando y apoyando a otros en su viaje con la fibromialgia, demostrando que, aunque la vida puede cambiar de manera inesperada, siempre hay una manera de encontrar luz y esperanza.

¿Y yo también tendré que reinventarme?

Reinventarme, reinventarme… Si quieres recuperar tu calida de vida, la respuesta es un rotundo “si”.

Quizás no cambien muchas cosas del entorno como aquellos que no nos entienden, quizás los dolores no pasen y de pronto hoy te sientes peor que ayer.

Pero hay algo que si puede cambiar y depende de cada uno, y corresponde al cambio en el interior el cual debe ser el primer paso para una nueva forma de vivir tu vida.

Recuerda que tu mayor fortaleza está dentro de tí y en lo que significas para tí misma y para los que te aman.

Sin importar en que creas, te aseguro que la providencia te debe tener algo especial y tu misión hoy es encontrarla.

Te mentiría si te dijera que a partir de hoy se van a ir los malestares y las personas que no te entienden te van a comprender, pero lo que sí se puede cambiar es la actitud con la que enfrentas esas cosas que te molestan.

Mucho de esto estará en tu capacidad de ver las cosas y en tu actitud y simplemente se traduce en no ver el vaso medio vacío sino de verlo medio lleno.

El no rendirte y el sobreponerte a las cosas es la que te va a llevar a recuperar tu vida esa es la principal “medicina” frente a cualquier circunstancia que estes viviendo, porque dentro de ti habita un ser valioso y lo importante es que te lo creas tú, luego vendrá lo demás.

Si quieres cambiar el mundo, empieza por ti.

Eso comienza a hacer la diferencia frente a todas las circunstancias, todas las cosas por más graves que sean, si las ves con ojos diferentes van a permitir que tu situación sea más o menos difícil.

A todos en la vida nos tocó recorrer un camino diferente, a algunos les tocó cuesta arriba, a otros cuesta abajo, a otros un sendero pavimentado y a otros llenos uno lleno de baches.   Algunos van por una autopista y otros por un camino oscuro y alejado.

No escogimos ese camino, pero lo que si podemos escoger es la forma como lo recorremos y eso es lo que te va a permitir ver las cosas de manera diferente, tu eres el vehículo de tu existencia.

Existen, por millones, los ejemplos de personas que superaron situaciones difíciles, pero también son muchos los ejemplos de personas que se quedaron por el camino.

Tu ventaja siempre será que puedes escoger si eres de las que se rinden, se conforman o lo superan, y quiero que sepas que quiero que seas de aquellas personas que salieron adelante.

La diferencia está en ver las espinas de una rosa o la belleza de la rosa, la clave está en tí, ya que para esto no necesitas de nadie y créeme cuando lo intentes verás que no es tan difícil.

Sólo atrévete a dar el primer paso, por algo se comienza.

No te preocupes si en ocasiones tienes que devolverte, es normal, lo importante es que te devuelvas solo para tomar de nuevo impulso.

Tampoco importa si sólo avanzas un centímetro, este centímetro está mas lejos que donde estabas antes y aunque pequeño será siempre un avance.

No escuches a aquellos que te dicen que no puedes o que te recriminan y no te entienden, en el fondo sabes que, aunque parezca difícil podrás sobreponerte.

Incluso no te escuches cuando eres tú misma la que te dices que es imposible, recuerda que la primera persona que debes vencer es a tí, esa que ves al espejo es tu mayor aliado y a la vez tu mayor rival.

Mi mayor deseo es que el día de hoy te levantes así sea un poco, luego cuando progreses ayudes a otros a levantarse, esa es una sensación maravillosa que quiero que también puedas vivirla.

Recuerda que así sea desde la distancia todos estamos en esto y juntos siempre seremos más fuertes.

Solo tienes una vida y depende de ti como quieres vivirla.

Te envío un enorme y apretado abrazo (si de esos quiebra huesos)

Contáctame

Si quieres que sea tu apoyo y tu guía en este nuevo camino, que te permita reencontrarte y reinventarme, no dudes en contactarme.

Ahora te pregunto a tí… Cuéntanos: “He tenido que reinventarme en”…

Comparte con nosotros tus experiencias. Escríbelas en los comentarios.

También puede gustarte...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.