Si estás aquí es porque de corazón quieres ayudar a un familiar con fibromialgia ¿Cierto?
En ese caso esta carta es para ti.
Querido familiar:
Estoy segura que convivir con la fibromialgia no es fácil para mí ni para ti, nos ha puesto muchas cosas «de cabeza«.
Entiendo que no sea fácil para ti soportarme y entenderme cuando cada día me quejo de algo más, mientras tú me ves «aparentemente» bien.
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Pero créeme, vivir con un dolor constante e inexplicable no lo hace más sencillo para mi tampoco.
Quiero recuperar nuestra vida, quiero volver a vivir momentos felices juntos, poder retomar el camino que traíamos antes de la fibromialgia hiciera su aparición en nuestra familia.
Pero hacerlo sola es inmensamente complicado.
Creéme no es cuestión de fuerza de voluntad o de «ponerle ganas«, esas las tengo todas, pero la verdad se me agotan rápido.
Cosas que antes eran simples y sencillas ahora requieren de mi un inmenso esfuerzo.
Pero estoy segura que si tú estás allí conmigo para apoyarme y ayudarme podré lograrlo, por mi y para mi, pero también por y para nuestra familia.
Me puedes ayudar con el ejercicio
Todo el tiempo me dicen que tengo que hacer ejercicio, pero créeme es difícil lograrlo cuando tienes tanto dolor, da miedo comenzar y que termines peor de lo que estabas.
Es más, ya me ha pasado y por eso me cuesta mucho volver a intentarlo.
Sin embargo quiero hacerlo, son tantos los beneficios que me dicen que obtendré que estoy dispuesta a no darme por vencida.
Pero necesito de tu ayuda, te voy a decir como lo puedes hacer:
- Motívame a comenzar pero sin obligarme. La idea es que sea placentero, no como siguiendo una orden médica.
- Entiéndeme sin juzgarme. Tengo que derrotar mis propios miedos así que puedo requerir más de un intento o múltiples pausas mientras lo logro.
- No menosprecies mis logros. Aunque algunos parezcan sin sentido, para mi son mi «Everest«. Acéptalos y celébralos conmigo.
Me puedes ayudar a gestionar mi energía
Seguro que tú ya te has dado cuenta que por cuenta de la fibromialgia el cansancio constante y la fatiga hacen parte de mi día a día.
Actividades que antes realizaba con facilidad ahora me cuestan mucho trabajo y cuando las hago dejan en mi una estela de cansancio muy difícil de vencer.
Aunque a los ojos tuyos simplemente parezca pereza o flojera, créeme no lo es. En ocasiones parece realmente difícil «cargarme» a mi misma, es como si mi cuerpo pesara mil veces más.
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Pero la verdad es que no sólo es el cansancio, es también el dolor de la fibromialgia que empeora cuando me excedo en actividad.
Sin embargo, esto no significa que yo no pueda hacer nada, sólo que necesito de tu ayuda:
- Reorganicemos nuestros roles en casa. Hay algunas actividades que me demandan mayor esfuerzo que otras, si me ayudas con esas es posible que pueda hacer todas las demás y no quedar exhausta.
- Ten paciencia cuando tarde más de lo esperable en una actividad. Hacer pequeñas pausas o recesos harán más probable que logre mi objetivo.
- No me pidas que realice tareas extenuantes o que participe de largas jornadas. Si me excedo y consumo toda mi energía, me costará mucho más tiempo que a ti, recuperarme.
Me puedes ayudar con la relajación
Es probable que esto de la relajación te suene a ti tan extraño como a mí.
Hasta el día de hoy, nunca pensé que fuera necesario relajarme y mucho menos que debería hacerlo parte de mi rutina diaria.
Eso de relajarme me sonaba como a esas cosas que hace la gente «snob«.
Pero la verdad es que luego de entender y conocer todos los beneficios que tiene para mi salud física, mental y emocional, quiero que me ayudes a hacerlo y que lo volvamos parte de nuestro día a día:
- Ayúdame y motívame a encontrar el tiempo para hacerlo cada día.
- Aunque no entiendas la utilidad de dedicarle tiempo a la relajación, no me juzgues y dame el espacio para hacerlo.
- No me juzgues ni me critiques, este es un esfuerzo más que hago en busca de mi mejoría.
- Si haces parte de este momento de relajación, eso le dará un valor agregado muy importante y nos ayudará a los dos.
Me puedes ayudar a retomar mi vida
Vivir con dolor constante me ha cambiado y mucho.
Hay muchas cosas que aunque quisiera hacerlas, me cuesta mucho lograrlo.
Pero créeme que quiero poder hacerlo, quiero retomar el rumbo de mi vida en donde lo dejé, quiero poder volver a disfrutar.
Por eso estoy segura que al hacerlo contigo «hombro a hombro», sabiendo que cuento con tu apoyo para no dejarme desfallecer, lo voy a lograr.
Tú también eres importante
Convivir con mi dolor tampoco es fácil para ti, aceptar todos mis cambios y los cambios que hemos tenido que afrontar como familia, tampoco lo ha sido.
Por eso es importante que tú no te quedes de lado, que no te abandones por entregarte 100% a mi.
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Ahora te pregunto a ti… ¿Cómo más se puede ayudar a alguien con fibromialgia?
Déjame conocer tus aportes. Escríbelos en los comentarios.
Fuente: Pain Guide – University of Michigan. An education and self-management resource supporting a patient-centric model of chronic pain care. Disponible: https://painguide.com/
