vivir la fibromialgia en silencio

Fibromialgia: Muchos prefieren vivirla en silencio

Te has preguntado alguna vez ¿por qué muchas de las personas que conviven con fibromialgia, a veces prefieren vivirla en silencio y no contar abiertamente sobre ella?.

Se que es un tema delicado, pero creo que es importante de exponer.


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La fibromialgia es una lucha constante, una batalla interna que a menudo se libra en silencio.

Y aunque anhelamos la comprensión y el apoyo de nuestros seres queridos, a veces decidimos no revelar abiertamente que vivimos con esta patología.

Y es que para muchas personas con fibromialgia, hablar abiertamente sobre su enfermedad puede ser una experiencia incómoda o incluso dolorosa.

Una enfermedad invisible

La fibromialgia es una enfermedad invisible; aunque el dolor y la fatiga pueden ser intensos, no hay signos externos evidentes que lo corroboren.

Y esto hace que algunos puedan cuestionar la legitimidad de nuestra enfermedad simplemente porque no pueden verla, lo que crea un terreno propicio para la incomodidad y la falta de apoyo.

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Hablar sobre la fibromialgia a menudo es como abrir una puerta a un mundo de malentendidos. Y es que en conversaciones cotidianas, la enfermedad puede ser vista como una afección “no tan grave” o incluso “exagerada”.



Desconocimiento

Tener que estar explicando todo el tiempo la fibromialgia es abrumador y agotador, además de frustrante.

La falta de conocimiento general sobre esta condición significa que a menudo nos encontramos en la posición de educar a los demás sobre la complejidad de nuestros síntomas. La fatiga emocional que esto conlleva puede hacer que nos replanteemos si es realmente necesario compartir nuestra experiencia.

La fibromialgia es a menudo malentendida y estigmatizada por aquellos que consideran que la enfermedad es “imaginaria” o “psicosomática”.

El temor a ser juzgados puede hacer que muchos prefieran no hablar sobre la enfermedad, evitando así la posible confrontación y el riesgo de ser desacreditados o incomprendidos.

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La presión social

La aceptación social es otra razón por la que a veces preferimos guardar silencio. En una sociedad que valora la productividad y la capacidad de mantener un ritmo constante, admitir que a veces simplemente no podemos hacerlo puede generar sentimientos de vergüenza o incompetencia.

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La verdad es que la fibromialgia puede ser impredecible. Los síntomas pueden variar enormemente de un día a otro, incluso de una hora a otra. Esto hace que sea difícil para los demás comprender la magnitud de nuestra lucha.

Por esta razón, en lugar de enfrentar la incomodidad de explicar por qué hoy estamos bien y mañana no, algunos optan por mantenerlo en privado.

Esta presión social puede hacerlos sentir más cómodos al mantener en secreto las batallas diarias.

El Silencio como Estrategia

Para muchas personas que viven con fibromialgia, el dolor físico es solo una parte de la experiencia. El silencio que rodea la enfermedad puede ser igual de doloroso, si no más, que los síntomas mismos.

La decisión de no hablar sobre la fibromialgia es a menudo una respuesta a la incomprensión, el juicio y el estigma, y este silencio trae consigo una serie de desafíos emocionales y sociales que pueden intensificar el sufrimiento.

En realidad la falta de reconocimiento puede ser profundamente dolorosa. La sensación de que su sufrimiento no es validado por los demás puede llevar a una intensa frustración y desesperanza.

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Vivir en silencio significa cargar con la enfermedad sin el apoyo emocional necesario. Haciendo que este silencio resulte en un profundo aislamiento emocional. La incapacidad de compartir las luchas y experiencias diarias puede producir una sensación de soledad y desconexión de los seres queridos.

Esta soledad puede intensificar el dolor emocional, haciendo que la carga de la enfermedad sea aún más pesada.


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El silencio sobre la fibromialgia puede contribuir a la aparición de problemas como la ansiedad y la depresión, debido a que la constante necesidad de ocultar el dolor y la fatiga, así como el temor al juicio, pueden generar un estrés significativo.

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La falta de una red de apoyo y la sensación de estar solo en la lucha pueden llevar a sentimientos de desesperanza y tristeza profunda. La ansiedad sobre cómo serán percibidos o tratados puede ser paralizante, afectando negativamente la salud mental y emocional de quien lo vive.

Con frecuencia aparece la sensación de incapacidad de explicar por qué deben cancelar planes, evitar actividades o pedir adaptaciones en el trabajo. Pero este silencio puede ser malinterpretado por familiares y amigos como desinterés o falta de compromiso, deteriorando así relaciones importantes.


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Es hora de acabar con el silencio

El dolor de vivir la fibromialgia en silencio es profundo. Pero la comprensión y el apoyo genuino pueden transformar la experiencia.

Es hora de escuchar, comprender y apoyar a quienes viven con fibromialgia, reconociendo el verdadero dolor de su silencio.

Ahora te pregunto a tí… ¿Has tenido que mantener la fibromialgia en silencio?

Déjanos conocer tus experiencias. Escríbelas en los comentarios.

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