CAPÍTULO 7
Los Beneficios de la Sexualidad y la Intimidad en la Fibromialgia
Cuando pensamos en el impacto de la fibromialgia, tendemos a enfocarnos en las limitaciones que puede traer: el dolor crónico, la fatiga, la rigidez muscular y la dificultad para realizar ciertas actividades, incluída nuestra vida sexual.
Sin embargo, algo que a menudo se pasa por alto es que la intimidad y la sexualidad no solo pueden mantenerse en una relación, sino que también pueden ofrecer beneficios reales para tu bienestar, tanto físico como emocional.
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La intimidad puede convertirse en un aliado para mejorar tu calidad de vida cuando vives con fibromialgia.
1. Reducción del dolor a través del placer
Uno de los aspectos más sorprendentes de la intimidad y el sexo es su capacidad para aliviar el dolor.
Durante el acto sexual, el cuerpo libera endorfinas y otras hormonas como la oxitocina, que actúan como analgésicos naturales. Estas sustancias químicas no solo te hacen sentir bien emocionalmente, sino que también pueden bloquear temporalmente la percepción del dolor.
Para alguien con fibromialgia, donde el dolor es una constante, esta liberación de endorfinas puede ofrecer un alivio muy necesario.
Además, los momentos de placer y relajación durante la intimidad pueden desviar la atención del dolor. Mientras estás en un momento íntimo, tu cerebro se enfoca más en las sensaciones placenteras que en el malestar.
Esto puede crear una especie de «pausa» en tu dolor, algo que muchas veces es difícil de lograr con otros métodos.
No se trata de que el sexo o la intimidad eliminen el dolor por completo, pero sí pueden ayudarte a experimentar momentos de alivio.
Si sientes que el dolor es un obstáculo, puedes optar por momentos de intimidad que no necesariamente incluyan el acto sexual, como abrazos largos, caricias o masajes suaves, que también pueden generar liberación de endorfinas.
2. Mejora del estado de ánimo y la salud emocional
La intimidad emocional y física con tu pareja puede hacer mucho más que simplemente generar placer físico: también puede ser un potente antídoto contra la depresión y la ansiedad, que son comunes en personas con fibromialgia.
La enfermedad, el dolor crónico y las limitaciones pueden hacer que te sientas aislada o desanimada. Pero la conexión íntima con alguien que amas y en quien confías puede restaurar el sentido de cercanía, pertenencia y apoyo.
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La liberación de hormonas como la oxitocina durante el contacto físico y el acto sexual ayuda a disminuir el estrés, aumentar la sensación de bienestar y mejorar la estabilidad emocional.
Esta conexión emocional profunda con tu pareja puede servir de recordatorio de que, aunque la fibromialgia trae consigo desafíos, aún puedes experimentar alegría, placer y amor.
Incluso si el acto sexual no es posible o no te apetece en un momento determinado, el contacto físico y la cercanía siguen siendo beneficiosos.
Tomarse de la mano, acurrucarse o simplemente estar juntos puede mejorar tu estado de ánimo y hacer que te sientas más apoyada. El simple hecho de sentir la calidez y la presencia de tu pareja puede cambiar tu día.
3. Fortalecimiento del vínculo de pareja
La intimidad no solo es beneficiosa para ti, sino también para tu relación de pareja. La fibromialgia puede poner una tensión en las relaciones, especialmente cuando el dolor y la fatiga parecen interponerse entre tú y tu pareja.
Sin embargo, el acto de compartir momentos íntimos, sean sexuales o no, puede ayudar a fortalecer el vínculo entre ambos.
La intimidad ofrece una oportunidad para recordar a tu pareja que, a pesar de los desafíos que enfrenta tu cuerpo, aún puedes conectarte y disfrutar juntos.
Al encontrar maneras de mantener esta cercanía, estás nutriendo el amor y la complicidad, lo cual es crucial en una relación que enfrenta los retos de una enfermedad crónica.
No te sientas presionada para que la intimidad sea siempre perfecta o de cierta manera. Lo importante es que ambos encuentren un equilibrio en el que se sientan cómodos y conectados.
La comunicación abierta sobre cómo se sienten ambos en relación a la intimidad ayudará a que mantengan una conexión profunda, incluso si algunos días simplemente no es posible tener contacto físico.
4. Estímulo de la circulación y alivio de la tensión muscular
El contacto físico y la actividad sexual, cuando son suaves y se adaptan a tus necesidades, también pueden tener beneficios físicos directos sobre el cuerpo.
La intimidad física estimula la circulación sanguínea, lo que es especialmente importante para las personas con fibromialgia, ya que puede ayudar a aliviar los síntomas de rigidez muscular y mejorar el flujo de oxígeno en los músculos.
El sexo y el contacto físico también fomentan la relajación muscular.
Cuando el cuerpo está relajado, los músculos tensos o doloridos tienden a soltarse, lo que puede proporcionar un alivio temporal del dolor. Si bien no es una solución permanente, estos momentos de relajación pueden ser un gran alivio en los días más difíciles.
Si la rigidez muscular es un problema recurrente para ti, prueba a tener momentos de intimidad después de un baño tibio o una ducha, cuando los músculos ya están más relajados. Esto puede ayudar a reducir la tensión muscular y hacer que el contacto físico sea más placentero.
5. Mejora de la autoestima y la imagen corporal
Vivir con fibromialgia puede hacer que tu autoimagen se vea afectada.
A menudo, las personas con dolor crónico se sienten desconectadas de su cuerpo, como si este ya no fuera capaz de brindarles placer o bienestar. La intimidad, cuando se vive de manera respetuosa y amorosa, puede ayudar a reconectar con tu cuerpo de una forma positiva.
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El sentirte querida, deseada y aceptada por tu pareja puede mejorar tu autoestima y cambiar la forma en que te ves a ti misma.
Aunque la fibromialgia puede alterar tu relación con tu cuerpo, los momentos de intimidad te permiten experimentar placer y reconectarte con las sensaciones agradables, en lugar de enfocarte solo en el dolor.
Si luchas con la imagen corporal debido a los cambios que la fibromialgia ha traído a tu vida, tómate tu tiempo para redescubrir las cosas que aún te hacen sentir bien en tu cuerpo.
Comunica a tu pareja lo que te hace sentir más cómoda, y permite que esos momentos de intimidad se conviertan en una fuente de empoderamiento y confianza.
6. Reducción del estrés y mejora del sueño
El contacto físico y la actividad sexual no solo alivian el dolor, sino que también tienen un efecto directo sobre los niveles de estrés y pueden mejorar la calidad del sueño, algo con lo que muchas personas con fibromialgia luchan a diario.
Las hormonas liberadas durante la intimidad promueven la relajación y pueden ayudar a conciliar el sueño de manera más rápida y profunda.
El estrés es un gran agravante de los síntomas de la fibromialgia, por lo que cualquier actividad que te ayude a reducir la ansiedad y las preocupaciones diarias puede tener un impacto positivo en tu bienestar general.
Si el dolor o la ansiedad te dificultan dormir, prueba a incorporar momentos de contacto físico antes de acostarte.
Esto no tiene que significar tener relaciones sexuales; un masaje suave o simplemente acurrucarse con tu pareja puede ayudarte a relajarte y a prepararte para una mejor noche de sueño.
La intimidad y la sexualidad no son solo una parte agradable de la vida; son herramientas poderosas para mejorar el bienestar físico y emocional, especialmente cuando vives con fibromialgia.
Aunque la enfermedad presenta desafíos, también te brinda la oportunidad de redefinir la intimidad y descubrir nuevas formas de conectar con tu pareja y con tu propio cuerpo.
A medida que explores cómo la intimidad puede beneficiar tu vida con fibromialgia, recuerda que no tienes que seguir las expectativas de otros.
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Tu bienestar y tu conexión emocional y física con tu pareja deben adaptarse a lo que te haga sentir bien, sin presiones.
La clave está en encontrar lo que funcione para ti, respetando tus límites y celebrando cada pequeño paso hacia el bienestar y el placer.
El control está en tus manos, y la intimidad, tanto emocional como física, sigue siendo una parte importante y valiosa de tu vida. Es posible seguir disfrutando de la cercanía, el amor y el placer, incluso con los desafíos de la fibromialgia.