Se trata de una fuerza peluda al rescate: tu perro.
En tu vida, has enfrentado desafíos que te han llevado a explorar diferentes formas de aliviar los síntomas de la fibromialgia. Entre tantas búsquedas de tratamientos y terapias, hay un descubrimiento que puede cambiar tu vida y llenarte de amor y alegría: tu perro.
Suena extraño, pero así es, tu perro te puede ayudar a vivir con la fibromialgia.
La fibromialgia, con su dolor crónico y fatiga debilitante, puede hacer que tus días se sientan insoportables.
Cada mañana puede convertirse en una batalla por encontrar la fuerza para levantarte y enfrentar otro día. Pero en medio de esa lucha, puedes encontrar un rayo de esperanza peludo: tu compañero de cuatro patas.
El vínculo que compartes con tu perro es indescriptible. Desde el momento en que esos ojos llenos de amor te miraron, tu vida cambió para siempre. La simple presencia de este ser peludo puede traer una calma que ningún medicamento puede proporcionar.
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Sentirás que tienes un propósito, alguien que depende de ti, y eso te dará la fuerza para seguir adelante.
Cada día puede comenzar con sus alegres ladridos y una cola que se mueve tan rápido como un molino de viento en una tormenta.
Los paseos diarios, aunque cortos, pueden convertirse en una rutina que te saque de casa y te obligue a mover tu cuerpo, incluso cuando el dolor parezca insuperable.
Tu perro puede no entender tu lucha, pero estará ahí, inquebrantable, dispuesto a compartir su amor y alegría sin fin contigo.
La fibromialgia puede aislarte, pero tu perro puede sacarte de esa soledad. La fatiga y el dolor aún pueden estar presentes, pero los ladridos y las travesuras pueden llenar tu hogar de vida.
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La risa se convierte en tu medicina, y los momentos compartidos con tu perro pueden convertirse en un refugio en medio de la tormenta.
La fibromialgia puede hacerte sentir vulnerable y frágil, pero tu perro te recordará tu fortaleza. Te enseñará a vivir el momento presente, a apreciar las pequeñas alegrías de la vida y a abrazar la belleza de la simplicidad. En sus ojos, encontrarás un reflejo de tu propio coraje para enfrentar cada día con valentía.
En este viaje de sanación, tu perro puede convertirse en tu aliado más fiel.
No curará la fibromialgia, pero te dará un motivo para sonreír cuando todo parezca oscuro.
Te mostrará que el amor incondicional puede ser una poderosa herramienta terapéutica y que la compañía de un perro puede ser una medicina que no se encuentra en ningún frasco.
¿Cómo te ayuda tu perro con la fibromialgia?
Permíteme mostrarte cómo la presencia de un perro en tu vida puede marcar una gran diferencia en tu experiencia con la fibromialgia.
Tu perro: Un aliado incondicional
Imagina esto: estás teniendo uno de esos días en los que sientes que cada parte de tu cuerpo te traiciona. Tu energía se agota rápidamente y el dolor parece no tener fin. En momentos como estos, un perro puede convertirse en tu aliado incondicional.
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Se acerca a ti, olfatea tu tristeza y te mira con esos ojos llenos de amor. No necesita palabras para entender lo que estás pasando. Su simple presencia te reconforta y te hace sentir menos solo en esta batalla contra la fibromialgia.
El poder de la terapia canina
Los perros tienen una habilidad innata para calmar el estrés y la ansiedad.
Acariciar a tu perro o simplemente observarlo jugar puede liberar endorfinas, esas sustancias químicas que te hacen sentir bien. Esto puede ayudarte a combatir los momentos de depresión que a menudo acompañan a la fibromialgia.
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Motivación para moverte
La fibromialgia puede hacer que te sientas atrapado en un ciclo de dolor y fatiga, lo que puede llevar al sedentarismo. Aquí es donde un perro puede ser tu motivación.
Su necesidad de ejercicio te obliga a salir a dar paseos regulares, lo que puede ser beneficioso para tu salud física y mental. Y es que la actividad física moderada puede ayudar a reducir la rigidez y mejorar la circulación, lo que a su vez puede aliviar los síntomas de la fibromialgia.
Una compañía sin juzgarte
En tus peores días, es posible que te sientas frustrado o impotente frente a la fibromialgia. Puedes experimentar cambios de humor y sentimientos de aislamiento. Aquí es donde un perro brilla como compañía.
No te juzga por tus limitaciones ni te critica por tus cambios de ánimo. Está ahí para ti en cada momento, ofreciéndote amor y apoyo sin condiciones.
Hackeando tu fibromialgia
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Así que te animo a considerar la posibilidad de tener un perro en tu vida. Su presencia puede ser un bálsamo para tu cuerpo y tu alma. No pueden curar la enfermedad, pero pueden hacer más llevaderos los días difíciles. Los perros son más que mascotas; son amigos leales y terapeutas peludos que te acompañarán en tu lucha contra la fibromialgia.
Estudio «Better Together» (Mejor juntos)
¿Tu mejor compañía cuando te sientes mal es tu mascota? No estás solo en esa percepción. Las mascotas, en particular los perros, han demostrado ser sensibles al dolor físico y emocional de sus dueños.
Un estudio llamado «Better together» (Mejor juntos en inglés), llevado a cabo por la Clínica Mayo en colaboración con Purina, se interesó por explorar cómo la interacción entre personas con fibromialgia y sus mascotas podría tener un impacto positivo en el manejo de esta enfermedad crónica, caracterizada por el dolor generalizado y la disminución de la calidad de vida.
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A pesar de las numerosas opciones de tratamiento disponibles, las personas que padecen fibromialgia a menudo deben lidiar con el dolor constante, el sufrimiento emocional y las limitaciones en su funcionamiento diario. En busca de soluciones para aliviar su carga, se ha dirigido la atención hacia terapias no convencionales.
Una de estas terapias complementarias e integrativas es la conocida como «Actividad Asistida por Animales» (AAA).
¿Por qué los perros? La razón es que diversos estudios han revelado los efectos positivos de la interacción entre seres humanos y animales, especialmente los perros.
Estos efectos beneficiosos se han observado en personas que enfrentan diversas enfermedades crónicas, incluyendo la fibromialgia, logrando reducir el dolor, la depresión, la ansiedad, síntomas de salud mental y el miedo.
El Programa de Tratamiento de Fibromialgia de Mayo Clinic llevó a cabo un estudio destinado a evaluar cómo una sesión de AAA podría influir en el bienestar fisiológico y el estado emocional de los pacientes con fibromialgia.
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En este estudio, participaron 221 personas (204 mujeres y 17 hombres). La mitad de los participantes interactuaron durante 20 minutos con un perro de terapia y su guía, mientras que la otra mitad solo interactuó con el guía humano.
Los resultados de este estudio demostraron que el contacto con perros de terapia, y posiblemente con otras mascotas, tiene un impacto positivo en la intensidad del dolor en los pacientes con fibromialgia. Concretamente, se observó que:
- La severidad del dolor en los puntos sensibles disminuyó.
- Los sentimientos positivos se fortalecieron, mientras que los negativos disminuyeron.
- Las personas con fibromialgia experimentaron un mejor estado de ánimo en general.
- La percepción del dolor disminuyó significativamente.
En resumen, los hallazgos respaldan la idea de que los perros pueden ser un elemento clave para reducir el dolor de la fibromialgia.
En definitiva, la terapia con perros se presenta como una valiosa aliada en la lucha contra la fibromialgia y el alivio de sus síntomas.
Ahora te pregunto a tí… ¿Cómo te ha ayudado tu perro con la fibromialgia?
Cuéntanos tus experiencias con tu perro. Escríbelas en los comentarios.
Fuente:
CLARK, Stephanie, et al. The Impact of a 20-Minute Animal-Assisted Activity Session on the Physiological and Emotional States in Patients with Fibromyalgia. En Mayo Clinic Proceedings. Elsevier, 2020.
Yo tengo a Piter y es tal cual o más.,siempre a mu lado y no preciso más cada ces que me recuesto(100 veces al dia) el pone su cuello en el mío y me ronronea como un garito y otras hacemos cucharita,es super reconfortante